lunes, 5 de enero de 2009

Oliva Verde, N° 002/2009


Todo hombre es mentiroso, solo Dios es verdad

Dios llama a un hombre o a una mujer:

En otros tiempos nosotros no éramos pueblo de Dios, más ahora por su misericordia y gracia infinita, Dios nos ha llamado, y esto es don de Dios porque por gracia somos salvos, y no tenemos obras que pudiéramos decir, “Dios esta obligado a salvarnos”, no, a él le place llamar a un hombre o una mujer, y el apóstol Pablo en la Biblia llama a esto “la suerte de los santos en Cristo”, porque es una suerte donde hay millones y millones de seres humanos que han caminado sobre la tierra, y que Dios meta la mano en medio de esa cantidad de millones de personas y te allá sacado y te diga tu eres salvo en Cristo Jesús, sacándote de esa multitud, declarándote salvo y luego te de su Espíritu Santo, su libro de memorias (La Santa Biblia), sus sagradas escrituras para que a través de él podamos vivir para Dios, esto es una misericordia en la cual una persona al aceptar a Cristo como su Salvador a participado, y Dios pide que con temor y con temblor nos ocupemos de nuestra salvación, y evitar no nos escurramos de su Espíritu Santo porque este es el que nos guía a toda verdad, porque todo hombre es mentiroso, y debemos tener cuidado como la tuvieron los apóstoles, los cuales dieron un cuidado único en el sentido de que el hombre que cree en Cristo Jesús por la fe tenga una palabra pura y santa, y esa garantía la tenemos nosotros en las sagradas escrituras. En los libros que escribió Moisés, podemos ver que clase de hombre y siervo fue, el cual Dios lo declaro ser muy manso y humilde, es decir, un hombre que no contendió con Dios, y al cual Dios le dijo que tuviera mucho cuidado e hiciera todo como él declaraba y mandaba, porque la palabra de Dios siempre ha traído la profecía, siempre ha venido Cristo en la palabra, por lo tanto lo de Dios esta hecho no se le puede quitar ni se le puede poner, para que así lo de Dios se vaya cumpliendo a través de los tiempos.

Engendrado por la palabra:



También tenemos el testimonio de Jeremías el cual fue un hombre muy temeroso, sujetándose a Dios de una manera gloriosa, tenemos el testimonio de Elías, hombre que hizo la voluntad de Dios, hombre que Dios lo llevó sin ver muerte, y así hay testimonios terribles y gloriosos de quienes Dios usó para que nos quedara el libro de memoria y sagradas escrituras, por la cual declara que por ella es engendrado el hijo de Dios, y esto lo podemos leer en el capitulo 1 de San Juan, y ver a lo que vino Cristo y porque vino:

11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.
12 Mas á todos los que le recibieron, dióles potestad de ser hechos hijos de Dios, á los que creen en su nombre:
13 Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, mas de Dios.

Amén, gloria a Dios y aleluya por su Santa Palabra.

Esto es el testimonio de la palabra, el apóstol San Pedro habla también referente a esta bendición que a tocado a los hombres, cuando habla de la parábola de la flor del campo, y lo leemos en el capitulo 1 de la primera epístola de San Pedro apóstol:


22 Habiendo purificado vuestras almas en la obediencia de la verdad, por el Espíritu, en caridad hermanable sin fingimiento, amaos unos á otros entrañablemente de corazón puro:
23 Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios, que vive y permanece para siempre.


Damos gracias a Dios, porque indiscutiblemente los hijos de Dios son engendrados por la palabra la cual permanece para siempre, por eso tenemos los testimonios vivos de hombres que Dios uso para esto, para que su palabra viniese a nuestras vidas, y pueda el hombre vivir la razón de Dios y no su propio razonamiento porque esta escrito “no seas sabio en tu opinión, teme a Dios y apártate del mal”, cuando hay el temor de Jehová se tiene una sabiduría gloriosa, y esto es dado por Dios cuando ve que el hombre se humilla, de tal manera que ese santo temor no lo puede poner ningún hombre por mucha inteligencia, estudio, o conocimientos que tenga, solo Jehová Dios puede poner ese temor en aquellos corazones que se les rinden, en aquellos corazones que luchan por la fe, y no por sus propias emociones ni por sus propios conocimientos, y lo podemos leer en el libro de Malaquías capitulo 3:

16 Entonces los que temen á Jehová hablaron cada uno á su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen á Jehová, y para los que piensen en su nombre.
17 Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día que yo tengo de hacer: y perdonarélos como el hombre que perdona á su hijo que le sirve.
18 Entonces os tornaréis, y echaréis de ver la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve á Dios y el que no le sirve.

Engendrado por el hombre:

Recordemos que en la escritura esta “quien con Cristo no recoge desparrama”, por tanto, la escritura esta para dar engendramiento a los hijos de Dios, para que Jehová Dios pueda poner su santo temor cuando el corazón del hombre se convierte, cuando el corazón del hombre anhela y desea lo de Dios y se humilla al Señor, Dios pone su santo temor, y allí estará la palabra del Señor, y no la opinión del hombre, porque cuando esta la opinión del hombre mezclada con la palabra de Dios, ocurre lo que se llama INIQUIDAD, y allí opera la iniquidad, existe la prevaricación, por cuanto Dios demanda del hombre que este en santidad, este en alma, cuerpo y espíritu, y que estas tres cosas estén irreprensibles para el Padre, de tal manera, que hay pecados del cuerpo fácil de conocerlos, hay pecados del espíritu y hay pecados del alma, existen personas que están irreprensibles en su cuerpo, tienen testimonios terribles, pero en algunos casos el alma la tienen podrida porque dentro de ella hay blasfemias contra la unción de Dios, contra las manifestaciones sobrenaturales del Señor, hablando en contra sin ningún temor, también hay pecados del espíritu prevaricadores que comienzan a poner mandamientos que jamás Dios los dio.
Dios a dado su Espíritu Santo en la cual esta su sabiduría, y el hombre se niegue asimismo, ya que la sabiduría del hombre no tiene ningún valor dentro de las cosas de Dios, el hombre debe buscar a Dios, para humillarse, para meterse en ayunos, en vigilias, para meterse bajo el temor del Señor, y piense de esta manera sin tomar la gloria que le pertenece a Dios, estableciendo cosas que Dios jamás a ordenado que se hagan. Recordemos, que en la antigüedad el sacerdocio Levítico fue contaminado, porque muchos sacerdotes no tuvieron temor de Dios e introdujeron hombres que no tenían el ordenamiento, y también hicieron algo que desagrado completamente al Señor Jehová Dios, utilizando la casa de oración para presentar los muertos, llevaban reyes muertos y los metían en la casa de oración, y Dios veía esta abominación en medio del pueblo, por eso Dios le mostró al profeta Ezequiel la nueva casa después que salieran de la trasmigración, los cuales fueron llevados a Babilonia cautivos, y Dios le presentó a Ezequiel el templo que se iba a hacer en el cual se debe santidad de santidades, palabra de Dios sobre palabra de Dios, que no metieran mezclas, que no hicieran contrario al ordenamiento de Dios en su templo, en su casa de oración porque este lugar es para inquirir de Dios, para alabar a Dios, para orar a Dios, para exponer la palabra de Dios, no para otras cosas, no para ver películas ni presentaciones como actualmente sucede, la palabra de Dios es para lo de Dios, a Dios lo de Dios y a Cesar lo del Cesar.
Por todas estas cosas que acontecieron en la antigüedad y pueblos que se revelaban, venían males terribles, sobre el pueblo porque esta escrito en la palabra de Dios “nuestras rebeliones testifican contra nosotros mismos”, de esta manera sucedieron todas estas cosas y quedaron en el libro de memoria para que las veamos, las analicemos, y hoy en el pacto del espíritu podamos vivir como Dios estableció desde el principio, para que su palabra corra y haga la obra que él quiere hacer con el hombre, porque la fe viene por el oír la palabra de Dios, y no de otra manera, y Dios quiere que se viva en fe y que su palabra sea ministrada legítimamente sin quitarle ni ponerle, y los corazones reciban la fe viva, algunas veces usted ora al Señor y le dice: “Señor aumenta mi fe”, pero recibe una palabra parecida y no la palabra de Dios, entonces, ¿Cómo su fe puede ser aumentada?, por la palabra viene la fe de Dios, mientras mas palabra usted reciba su fe viene en aumento, recuerde aquel hombre de la antigüedad que habló palabra de Dios, haciendo que a otros que no estaban de acuerdo le crujieran los dientes, este hombre era Esteban, hombre lleno del Espíritu Santo, el cual solo habló la pura palabra de Dios sin quitarle ni ponerle, y le habló a aquellos hombres que estaban al frente de las cosas de Dios, a los escribas, a los fariseos, y estando lleno del Espíritu Santo esta palabra los redarguyó, esta palabra los incomodó y le callaron la boca matándole a pedradas porque no soportaban la palabra de Dios, Esteban no estaba hablando lisonjas, ni de su corazón, él solo hablaba la palabra de Dios porque estaba lleno del Espíritu Santo, estaba santificado por la palabra de Dios, por lo tanto solo hablaba palabras que llegaron con virtud, la cual hizo que se manifestara la soberbia de los hombres, de tal manera, que Dios demanda a su pueblo que hable verdad el uno con él otro, y se someta a las enseñanzas apostólicas y al testimonio profético, recordemos que en la antigüedad cuando inició esta doctrina, Satanás empezó a perseguirlos de una manera violenta, matando a muchos pero viendo que no podía detener esta palabra, luego este buscó una forma una manera de introducirse en el pueblo a través de trasfiguración, no es que hay otro evangelio sino que algunos lo quieren pervertir ya que él quien con Cristo no recoge desparrama. El libro de memoria le muestra todas estas cosas, el apóstol San Pablo fue uno de los hombres que tuvo el cuidado único de estar pendiente de esta doctrina que él enseñó a aquellos pueblos de la antigüedad las cuales quedaron escritas para que se vengan enseñando continuamente lo mismo, por eso declara la escritura que en ella no hay sombra de variación, recordemos que en los tiempos todo se va cumpliendo todo se va adelantando, la ciencia crece se desarrolla vienen acontecimientos científicos cada día más sofisticados, pero la palabra de Dios es la misma.